El oído humano es preterrestre y preatmosférico. Antes del aliento mismo y antes del grito que lo desencadena, dos oídos se bañan durante dos o tres estaciones en la bolsa del amnios, en la resonancia de un vientre. De manera que toda percepción sonora es un reconocimiento y la organización o especialización de ese reconocimiento es la música.
P. Quignard